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Decorar su pared con una celosía

¡Deje que la naturaleza reconquiste los muros! ¡Que convierta nuestros jardines, terrazas y balcones en agradables espacios verdes, para descansar, para soñar o para disfrutar de la jardinería!
Preparemos el terreno para que la naturaleza tome el control, para que las judías trepen hasta el peral del vecino y que las plantas trepadoras luzcan todo su esplendor en nuestros anodinos muros.

Una nueva protagonista: la celosía extensible

Para poder crecer, las plantas trepadoras necesitan un soporte, como una celosía. Plantas como la madreselva, la glicina, la clemátide, el jazmín estrellado, el rosal trepador, la pasiflora, la buganvilla y el jazmín, por ejemplo, desplegarán toda su belleza en sus celosías, en ocasiones hasta cubrirlas por completo.

9 pasos básicos para montar una celosía extensible y convertirse en la envidia de sus vecinos:

1. Antes de empezar, asegúrese de tener en la caja de herramientas:
- La celosía, con tornillos y separadores
- Un taladro
- Un martillo
- Un destornillador
- La amable ayuda de un compañero de fatigas

2. Determine los puntos donde colocará los tornillos. Calcule 4 tornillos por cada 1,20 m de celosía (4 tornillos en las esquinas).

3. Retire los ribetes en los puntos identificados, utilizando el destornillador.

4. Marque en el muro los puntos en los que realizará los orificios (donde se han retirado los ribetes).

5. Taladre los orificios, comprobando antes que la broca tenga un tamaño adecuado para las espigas suministradas con la celosía. En el caso de muros de hormigón, utilice las brocas SDS.

6. Introduzca las espigas en los orificios y utilice el martillo para terminar de insertarlas.

7. Fije la celosía con los tornillos. Un separador de 2-3 cm permitirá disponer de un espacio extra entre el muro y la celosía. Este pequeño hueco de unos pocos centímetros aporta la separación necesaria entre el muro y la celosía para que las plantas puedan respirar y enredarse y favorece la circulación del aire entre las plantas. Deje entre 10 y 15 cm en el caso de las plantas trepadoras grandes.

8. Instale la celosía en el muro, atorníllela y compruebe que aguanta bien.

9. Retroceda unos pasos, admire el resultado, felicítese y regálese un refresco como recompensa.
Y, para empezar a ver los frutos, no se olvide sobre todo de plantar.

  • Decorar su pared con una celosía

    La celosía, en todas sus expresiones

    Formas, estilos, colores, texturas... Tiene mil y una opciones para encontrar la celosía perfecta.

    Madera

    La madera, una opción muy estética, transmite calidez y autenticidad, y se integra en el jardín de forma natural, en armonía con todas las plantas. Esta celosía natural puede pintarse del color que mejor pegue con su entorno, para confundirse con la vegetación o darle un toque más moderno.

    Mimbre

    El mimbre ofrece la rigidez necesaria para el crecimiento de una planta trepadora anual. De hecho, se utilizaba ya en los jardines del Renacimiento por su flexibilidad y su resistencia. Garantía de discreción, la celosía de mimbre potenciará especialmente la belleza de sus flores blancas o de tonos claros.

    Plástico

    La celosía de plástico es la opción perfecta para los que se inician en la jardinería. Se trata de la mejor alternativa moderna a la celosía de madera, ya que no puede pudrirse ni requiere mantenimiento. Este material abre la puerta a un amplio abanico de colores y gracias a su tratamiento contra la radiación ultravioleta, los colores permanecerán inalterados. Este tipo de celosía encajará como un guante en edificios tradicionales o, en función del color elegido, también en diseños contemporáneos.

    ¿Y en interiores?
    En un invernadero, un porche o un jardín de invierno también puede instalar una celosía junto a un muro. La celosía, a imagen y semejanza de los invernaderos de naranjas victorianos, dará un toque de clase a su espacio. Además, le servirá también como soporte para colgar jardineras.