La celosía, en todas sus expresiones
Formas, estilos, colores, texturas... Tiene mil y una opciones para encontrar la celosía perfecta.
Madera
La madera, una opción muy estética, transmite calidez y autenticidad, y se integra en el jardín de forma natural, en armonía con todas las plantas. Esta celosía natural puede pintarse del color que mejor pegue con su entorno, para confundirse con la vegetación o darle un toque más moderno.
Mimbre
El mimbre ofrece la rigidez necesaria para el crecimiento de una planta trepadora anual. De hecho, se utilizaba ya en los jardines del Renacimiento por su flexibilidad y su resistencia. Garantía de discreción, la celosía de mimbre potenciará especialmente la belleza de sus flores blancas o de tonos claros.
Plástico
La celosía de plástico es la opción perfecta para los que se inician en la jardinería. Se trata de la mejor alternativa moderna a la celosía de madera, ya que no puede pudrirse ni requiere mantenimiento. Este material abre la puerta a un amplio abanico de colores y gracias a su tratamiento contra la radiación ultravioleta, los colores permanecerán inalterados. Este tipo de celosía encajará como un guante en edificios tradicionales o, en función del color elegido, también en diseños contemporáneos.
¿Y en interiores?
En un invernadero, un porche o un jardín de invierno también puede instalar una celosía junto a un muro. La celosía, a imagen y semejanza de los invernaderos de naranjas victorianos, dará un toque de clase a su espacio. Además, le servirá también como soporte para colgar jardineras.