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Con el aumento de las temperaturas la sombra se convierte en uno de los bienes más preciados de nuestros espacios exteriores. Tanto si tienes un patio, un balcón o un jardín existen soluciones que se ajustarán perfectamente a tu espacio disponible y te garantizarán sombra, temperaturas agradables y además te aportarán privacidad. Elije la que mejor se adapte a tus necesidades y conviértela en tu mejor aliada para disfrutar de tu espacio exterior este verano.
COMO ELEGIR EL SISTEMA DE SOMBREO IDEAL
Existen varios factores que debes tener en cuenta antes de elegir la mejor opción para ti: orientación, espacio disponible, condiciones climáticas o presupuesto son algunas de ellas. Descubre las claves para elegir tu sistema de sombreo ideal haciendo click aquí.
La elección de colores también es importante: los claros filtran más rayos de sol, por lo que aportan luminosidad a la zona cubierta. Cuanto más oscuro sea el color, más protegerán de la intensidad lumínica.
COMO CREAR SOMBRA EN LA TERRAZA O JARDÍN
1. VELAS DE SOMBREO
Una opción práctica y económica para dar sombra a terrazas, patios y jardines. Suelen ser triangulares o cuadradas y se fijan fácilmente a muros y postes con accesorios. Puedes elegir una para dar sombra a un punto concreto o varias para cubrir una superficie más grande.
Cuando la instales, colócala ligeramente inclinada en vez de completamente plana: de esta forma, garantizarás que el agua de lluvia caiga hacia un lado evitando encharcamientos y filtraciones. Para garantizar una instalación perfecta, decántate por velas elásticas que te permitirán un tensado perfecto.
Existen modelos confeccionados con material impermeable que ayudan a reducir el impacto de la humedad, pero ten en cuenque su finalidad es bloquear los rayos solares, no actuar como paraguas. Para que la vela sea capaz de mantener una buena temperatura debajo es importante que el material sea poroso y que favorezca la circulación del aire.
Recuerda que lo ideal es elegir tu vela basándote en la climatología: si vives en una zona con clima relativamente seco y con temperaturas altas decántate por modelos transpirables que te proporcionen frescor. Si por el contrario, la climatología es más bien húmeda, elije un modelo impermeable: te ayudará a mantener un ambiente templado y agradable debajo.
2. PÉRGOLAS
Regalan sombra, frescor… ¡y mucha decoración! Si eliges una pérgola para la terraza o para el jardín, no solo aportarás valor a tu espacio exterior, sino que además estarás invirtiendo en una solución efectiva a (muy) largo plazo. Encontrarás una gran variedad de estilos en el mercado: metálicas, de acero, aluminio o las más atemporales de madera. Si te inclinas por una de éstas últimas, asegúrate que cuente con tratamiento de autoclave (un proceso químico que protege la madera de hongos, termitas e insectos) y certificado FSC que garantice la procedencia de la madera de bosques sostenibles.
Además, ahora no necesitas un jardín enorme para poder tener una ya que puedes adquirirla en kit o en piezas sueltas según el espacio que dispongas. Las más populares son las exentas (independientes), pero las adosadas son ideales para espacios más reducidos.
3. MALLAS DE SOMBREO
Si buscas una solución duradera, práctica y low cost, éstas son tus grandes aliadas. Las mallas de sombreo son muy resistentes, no requieren mantenimiento y son muy sencillas de colocar. Además, son muy versátiles: puedes utilizarlas como solución de sombreo, sistema de ocultación para ganar intimidad o combinarlas con otros materiales para crear una pantalla total que te proteja de los rayos solares (por ejemplo, para cubrir el techo de una pérgola).
Por si esto fuera poco, estas mallas son también muy útiles para el cuidado de huertos y jardines ya que son capaces de limitar el exceso de luz y calor, además de actuar como disuasivo de pájaros e insectos.
4. MATERIALES NATURALES
Los materiales naturales son una opción ideal si buscas protegerte del sol sin crear una pantalla bloqueadora ya que filtran claridad y aportan frescor al ambiente. Algunos de los más populares son el bambú, el cañizo o el brezo, ya que son muy decorativos, no necesitan mantenimiento y se integran a la perfección con el resto de los elementos del jardín. Eso sí, ten en cuenta que al ser materia viva tendrás que sustituirlos periódicamente, ya que su aspecto irá cambiando y deteriorándose con el paso del tiempo.