-
El cambio climático nos ha hecho replantear por completo no solo nuestra alimentación, sino también nuestro estilo de vida e incluso la decoración de nuestras casas. En este sentido, la jardinería nos propone multitud de sistemas que nos ayudan a mantener un buen equilibrio en el ecosistema y potencian la autosuficiencia de las plantas que viven en nuestros espacios exteriores. Hoy te traemos algunas claves muy sencillas para que tu jardín sea más sostenible.
Elije materiales respetuosos con el medio ambiente
Intenta que tu espacio exterior se llene de materiales sostenibles que no dañen el medio ambiente: por ejemplo, elige madera certificada con FSC que te asegure su procedencia de bosques sostenibles. Si prefieres los materiales sintéticos por su durabilidad, resistencia y poco mantenimiento que requieren, busca aquellos que estén fabricados con un solo plástico: podrás reciclarlos si algún día quieres cambiarlos.
Protege tus plantas con anti plagas naturales
Allí donde tengas plantas es muy probable que te encuentres con alguna visita inesperada que requiera de tu ayuda. Encontrarás multitud de soluciones químicas preparadas que te permitirán ahorrar tiempo, aunque a cambio de un alto precio. Y es que, según la OMS, los insecticidas son altamente tóxicos para la salud y para el planeta ya que no solo deterioran la atmósfera, sino que también ponen en peligro la biodiversidad. Como alternativa, tenemos la posibilidad de crear nuestros propios insecticidas en casa: igual de eficaces y con un coste muchísimo menor para nuestro bolsillo.
Apúntate al auto consumo
Ahora más que nunca, el cultivo urbano se ha convertido en mucho más que un hobby o una moda. Se trata de una forma magnífica de comer sano de forma sostenible ya que nos permite evitar los recipientes de un solo uso y la contaminación que genera el transporte. Por si esto fuera poco, cultivar nuestros propios alimentos nos ayuda a sentirnos mejor: nos obliga a realizar actividad física (suave, pero constante), nos ayuda a canalizar el estrés y refuerza la autoestima. Si te inicias en el apasionante mundo de la horticultura, aquí te explicamos todo lo que necesitas para empezar. Y no te preocupes, por pequeño que sea tu cultivo estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Alíate con plantas autóctonas
Un jardín sostenible es aquel que precisa de pocos recursos para crecer y subsistir. La mejor opción es recurrir a plantas autóctonas, ya que están 100% adaptadas a nuestra zona geográfica. Estas plantas pueden vivir prácticamente solo con el agua de la lluvia, soportan perfectamente la meteorología de la zona y gracias a ello, son más resistentes a las plagas y enfermedades. Algunas de las más populares son las plantas aromáticas: fáciles de cuidar, resistentes y muy decorativas. Aquí te enseñamos cómo cultivarlas en casa.
Recicla tus residuos orgánicos
Es un hábito sencillo, ¿verdad? Además de tirarlos en el contenedor específico, puedes aprovechar muchos de estos residuos para hacer tu propio compost natural. De esta forma ofrecerás a tus plantas un abono 100% natural repleto de nutrientes que además te ayudará a ahorrar: al ser altamente nutritivo, reduce la necesidad de agua y fortalece el sistema inmune de tus plantas, evitando el ataque de plagas y enfermedades. Selecciona aquellos materiales que puedes reutilizar para nutrir la tierra: cáscara de huevo, posos de té y café, peladuras de frutas y verduras…así como hojas secas o restos de césped.
Apuesta por la energía solar
Un jardín perfecto para un estilo de vida más sostenible es aquel que funciona a través de energías renovables, como la solar. Empieza por lo más fácil: con la iluminación. Encontrarás una oferta extensísima de balizas, guirnaldas, farolillos o lámparas que funcionan con energía solar. Combina distintas formas colocándolas a distintas alturas para crear un ambiente cálido y agradable durante la noche. Si quieres conocer todos los beneficios de la iluminación solar, no te pierdas este artículo del blog.
Controla los riegos con un consumo sostenible
Riega solo cuando sea imprescindible, siempre al anochecer para aprovechar mejor el agua y evitar que el sol la evapore. Saca el máximo partido a las condiciones climáticas: aprovecha la humedad de las noches y de las lluvias para garantizar que tu huerto o jardín estén hidratados manteniendo un acolchado de materia orgánica. ¡Todo vale! hojas secas, césped seco, compost, paja o antihierbas naturales como Flaxhemp. ¡Verás lo que ahorras en agua!
Los buenos productos